1- Las opciones para salones de baile en una misma noche sobraban, tanto para discotecas como para salones donde podíamos bailar Salsa y/o Merengue en Vivo.
2- No contábamos con la distracción de los celulares y tabletas; con los teléfonos públicos era suficiente.
3- Siempre teníamos amigos y familiares que tocaban instrumentos musicales y cantaban en todas las fiestas. no hacía falta un karaoke.
4- Llevábamos una cámara de filme (o una Polaroid), tomábamos las fotos y yá. no nos teníamos que preocupar por "postearlas" y chatear sobre ellas al momento; eso nos daba más tiempo para compartir con otros seres humanos.
5- El presupuesto apenas daba para hacer parties de marquesina y lo convertíamos en una ocasión exótica rodeando las rejas y verjas de la casa con pencas de palmas, pero no por eso dejaba de ser una ocasión especial, ni se dejaba de disfrutar.
6- Si no había mucho dinero hacíamos serrucho para todos beber lo mismo de una neveríta de "foam", nadie se quejaba y todos la pasábamos bien.
7- Grabamos nuestras canciones favoritas de la radio en cassettes y los tocábamos día y noche donde quiera, sin que nadie nos acusara de piratas.
8- Bailar un bolero cuando había atracción mutua era mejor que el "perreo" o el "sexting".
9- Los festivales de Salsa y Merengue con las bandas más bravas se daban con frecuencia y eran gratis. las principales peleas de boxeo las pasaban gratis con comerciales en la TV local.
10- Con menos de $20 podías dar la "Vuelta del Pendejo" en tu carro, comerte unos pinchos y un vaso de carrucho en la Marginal de la Baldorioty, te acurrucabas con tu Jev@ en la lomita frente al Capitolio, dabas la vuelta por el Morro y terminabas con broche de oro en el Dunkin' con una docena de munchkins.
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