Toco varias preguntas que muchos me hacen. ?Cual es tu género musical favorito? ?Te apasiona ser coleccionista? ?Vale la pena tener tantos discos?Aunque me fascina la música y me ha gustado desde que tengo noción de conocimiento,
para mi esas preguntas son dificil de contestar. No por que no esté claro en la respuesta, si no por que se me hace bien dificil hacer una elección específica o detallar mi sentir.
Podría separar a los amantes de la música en dos grupos: los que de verdad les gusta la música y los que se obsesionan con tener su mejor música. Aunque no lo crean, ambos tienen diferencias. Quiero tomarme la molestia de explicar la diferencia entre ambos ya que entiendo que es la mejor forma de contestar dichas preguntas.
En el primer grupo incluyo a aquellos que suelen escuchar o consiguen las grabaciones de la música que de verdad les gusta y les satisface. Aunque el gusto por un artista vá más allá de conseguir una o varias compilaciones de este, tampoco se obsesiona con la idea de tener TODO lo que ese artista hace, especialmente cuando tiene trabajos que no son tan buenos. No tienen idea de cuantos discos tienen pero saben en segundos donde conseguir una canción en específico, pese a que se encuentra entre un sinfín de grabaciones. Aunque el chorrete de discos puede ser catalogado como una colección, éstos no lo ven como tal.
Su placer se basa en escuchar su música favorita, no en saber si tiene todos los discos de fulano o mengano, a menos que sea su súper favorito. En este grupo mayormente se aglutinan los amantes de diferentes generos. Su filosofía musical se basa en que cada género tiene buenas muestras de talento. Otra cosa es que siempre estan abiertos a escuchar cosas nuevas y a analizarlas con mayor objetividad.
En el segundo grupo apunto a aquellos que si se consideran coleccionistas y, en la mayoría de los casos, se especializan en ciertos artistas y/o en ciertos géneros. Son aquellos que se preocupan más en tener completa su colección que en la satisfacción de poder disfrutarla. Aunque muchos de ellos son bastante organizados, tienen dificultad para encontrar tiempo para escuchar sus discos ya que prefieren dirigir sus energías en seguir consiguiendo grabaciones. En pocas palabras, no saben cuando detenerse. Estos se centran más en los datos y no en el contenido. Incluso adquieren grabaciones y no las escuchan (he visto casos donde ni abren el plástico de fábrica).
El segundo grupo es más guerrillero y más fijado en sus gustos. Gusta de especializarse para enfocarse más en sus metas y suele ser muy receloso con sus adquisiciones. Estos son más solitarios en sus búsquedas y pocas veces comparten sus fuentes de información. Estos suelen encasillarse en sus preferencias y, salvo contadas excepciones, no gustan de aceptar de lleno lo nuevo que va surgiendo, aún sabiendo las consecuencias de su insistencia.
Quien me conoce me encasilla correctamente en la primera categoría y con esto creo haber iniciado la contestación de las preguntas de arriba. No tengo idea de cuantos discos tengo, ni me voy a molestar en averiguarlo. Lo importante para mi es saber y estar consciente de lo que tengo y donde encontrarlo en segundos. Estoy bien consciente de que cuando me muera no me voy a llevar ni el ipod, así que para que preocuparme por lo que no puedo cargar cuando me manden a buscar en el penthouse.Lo que si me puedo llevar es todo lo que me he disfrutado de ellos, y sobre todo, a toda la gente que se lo disfrutó conmigo tanto en vivo como en lo que he dejado grabado para mi disfrute personal.
Entiendo que para efectos de disfrutarlo realmente, esa es la mejor forma. Lo demás son cuentos de camino.
?Coleccionista, yo?... no creo. Sólo sé que me disfruto la música hasta el cabo y, en la medida que me sea posible, la comparto con el que realmente también se la tripea.
Triste el caso de aquellos que comen tierra, se limpian la cacharra y sus "joyas" van a parar a manos de personas que ni tienen una idea de su valor.
